domingo, 9 de agosto de 2020

Muere el obispo Casaldáliga

 

“No basta con ser creyente. Hay que ser creíble". Casaldáliga asumió con radical coherencia y compromiso la Opción por los Pobres y ha sido una de las figuras más destacadas de la Teología de la Liberación. Óscar Bardají


El obispo Pedro Casaldáliga, falleció el sábado a los 92 años. Llamado por sus seguidores el "obispo del pueblo por su lucha por los derechos de los pueblos campesinos e indígenas de la Amazonía brasileña, era reconocido en Brasil (donde vivía desde 1968 como misionero claretiano) por su intensa labor social y defensa de los más vulnerables.

"Al final del camino me dirán: ‘¿Has vivido? ¿Has amado?’. Y yo, sin decir nada, abriré el corazón lleno de nombres...". Así era Pedro Casaldáliga, un corazón lleno de nombres. Pleno de toda la gente que ha sufrido con él y que él ha visto sufrir. La gente que ha luchado a su lado para intentar cambiar un mundo injusto y desigual. Él decía lo que pensaba y lo que hacía no lo contradecía. "El que no es ético en todo, no es ético en nada", solía decir. Un compromiso difícil de cumplir para la mayoría de nosotros. También para él, y más teniendo en cuenta las dificultades enormes que tuvo que superar a lo largo de su vida. "Fue uno de los líderes más influyentes de la Iglesia Católica en Brasil y América Latina en las últimas décadas", lo definió el diario Folha de Sao Paulo.



 

Fuentes: elperiodico, ara




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