En la foto de grupo, vemos a Rimbaud sentado a la derecha, al lado de la mujer, sobre la escalinata del hotel de l’Univers de Adén en Abisinia. Es la primera vez que se ve la cara del poeta de adulto.
Fue hace dos años en un mercado de las pulgas de los que tanto proliferan en Francia, en un lote, entre libros, postales y fotos de finales del siglo XIX, Alban Caussé y Jacques Desse, libreros de viejo, tropezaron con esta foto, captando su atención una inscripción escrita al dorso de la misma: Hôtel de l’Univers.
Las preguntas vienen solas: ¿Dónde estaba este mercado de las pulgas? ¿Y por cuánto se compró el lote en cuestión "milagroso"? La respuesta de los compradores está perfectamente preparada: ¿Dónde?: “En algún lugar de Francia!”. ¿Cómo?: “A un precio razonable”. De sus bocas no sale ninguna otra respuesta, calificándose como “cazadores de tesoros”, y recordando que la caza no siempre es exitosa.
La fotografía fue presentada el 15 de abril en el Grand Palais, donde se encuentra el Salón del libro antiguo
SENSACIÓN
Iré, cuando la tarde cante, azul, en verano,
herido por el trigo, a pisar la pradera;
soñador, sentiré su frescor en mis plantas
y dejaré que el viento me bañe la cabeza.
soñador, sentiré su frescor en mis plantas
y dejaré que el viento me bañe la cabeza.
Sin hablar, sin pensar, iré por los senderos:
pero el amor sin límites me crecerá en el alma.
pero el amor sin límites me crecerá en el alma.
Me iré lejos, dichoso, como con una chica,
por los campos, tan lejos como el gitano vaga.
por los campos, tan lejos como el gitano vaga.
Marzo de 1870
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