Uno ve lo que quiere ver. A poco que se posea una mente razonablemente calenturienta, todavía más. Sin embargo, en ocasiones, todo el mundo se pone de acuerdo a la hora de ver un falo en un edificio o en un accidente orográfico. Por algo será.
La naturaleza y sus caprichosas formas también proporcionan evocadoras imágenes sexuales. Se mire como se mire, cualquier montaña o accidente orográfico, vistos desde cierta perspectiva o ángulo, son susceptibles de ser identificadas con los órganos sexuales masculinos o femeninos.
La fotógrafa norteamericana Heather Firth, se ha especializado en encontrar salientes, rocas o barrancos sexualmente evocadores gracias a la acción de la erosión. En su pagina Earth erotica, podemos ver numerosos ejemplos de cómo los caprichos de la naturaleza pueden dejarnos muy pensativos.
Casi todas las fotografías están hechas en Arizona.
Fuente: Earth erotica
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