Un equipo de arqueólogos polaco-peruano dio a conocer a finales de junio el descubrimiento de la primera tumba sin saquear de los wari, la civilización que construyó el imperio más antiguo de Sudamérica entre los años 700 y 1000 después de Cristo. La tumba fue excavada con discreción durante meses para evitar el saqueo de los buscadores de tesoros, que ya habían destruido importantes vestigios arqueológicos, pero que no llegaron a la cámara funeraria que permaneció intacta; ésta fue encontrada a dos metros bajo tierra y cubierta por 33 toneladas de ripio, mide casi 5 m de largo por 3,50 m de ancho.
Se trata de un
mausoleo preinca, un "templo de la muerte" de 1.200 años de antigüedad,
sito en el lugar conocido como El Castillo, cerca de la ciudad de Huarmey. En
el interior de la cámara mortuoria se encontraron sesenta y tres cuerpos
momificados, en su mayoría mujeres nobles, sentados en posición vertical, un
signo de jerarquía dentro de la cultura wari, y enterrados en fardos funerarios.
Este hecho también sugiere que las
mujeres waris tuvieron más importancia de lo que se pensaba. En un extremo se
hallaron tres tumbas más pequeñas, donde se encontraban los restos de tres
reinas waris y muchas de las posesiones preciadas, incluyendo herramientas para
hilar hechas de oro. Se han recogido
1.200 objetos de oro, plata, bronce, hueso, madera, textiles, cerámica y mate.
Los
historiadores creen que los Wari, que gobernaron entre los años 600 y 1.100
después de Cristo, fueron los primeros en unir diversas tribus en una
sofisticada red en la mayor parte de los Andes y la costa del centro de
Perú actual. Su capital andina, Huari,
se convirtió en una de las grandes ciudades del mundo. En su apogeo, Huari
contaba con una población de unas 40.000 personas; Paris, en comparación, solo
tenía 25.000 habitantes. Cómo los waris forjaron su imperio siglos antes
que los incas y cómo era su cultura, resulta todavía un enigma.
Fuente: NationalGeographic en español
Fotos: NatGeo Italia
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