Es probable que cada una de las
manos estarcidas en las paredes de la cueva -como las de El Castillo en Cantabria, España-,
pertenecerían al artista, no a un modelo, afirma el investigador. Por un lado,
las cuevas son generalmente pequeñas, por lo que dos personas habrían tenido
problemas para encajar en un espacio tan limitado. Además, más de tres cuartas
partes de las manos que aparecen corresponden a la izquierda, que es la más adecuada
para ser estampada por un artista diestro. Pedro Saura/AFP
Algunas huellas
de manos que acompañan a las más famosas pinturas rupestres atribuidas a
hombres, en realidad podrían pertenecer a mujeres. Esa es la conclusión de un
nuevo estudio, en el que un investigador comparó las siluetas de las 32 huellas encontradas junto a pinturas
rupestres de entre 12.500 a 40.000 años de antigüedad en el sur de Francia y
norte de España.
Muchas de esas
manos, posiblemente una de las primeras formas de la firma de un artista, son
pequeñas, lo que ha llevado a algunos científicos a inferir que el arte
rupestre fue pintado por los varones adolescentes. Pero el nuevo trabajo llega a la conclusión de que 24 de estas
manos pertenecen a mujeres, tanto en la longitud de la mano y de los dedos,
como por las proporciones entre el dedo índice, el anular y el meñique. De las ocho huellas restantes,
sólo tres representan las manos de hombres adultos y el resto son de varones adolescentes.
Fuente: Science
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