Esta rareza tropical está considerada
como una especie en peligro de extinción.
El lagarto pinocho (Anolis proboscis), llamado así por tener un largo hocico, ha sido redescubierto recientemente en una zona virgen del noroeste de Ecuador por un equipo de fotógrafos e investigadores patrocinados por la empresa Herping Tropical, dedicada al ecoturismo. Fue descubierto por primera vez en 1953; sin embargo, se le perdió la pista entre los años 1969 y 2005. Esta es la tercera vez que se le ha visto desde el año 2005, cuando un ornitóogo lo vio cruzar una carretera en esta remota parte del país.
Normalmente, los científicos buscan los lagartos por la noche, cuando la mayoría de los animales duermen, cuando su color se vuelve más pálido y son menos propensos a escabullirse. En enero encontraron un lagarto macho agarrándose a una rama sobre un arroyo. El equipo esperó toda la noche para poder fotografiarlo por la mañana en su hábitat natural. Parece ser que la larga "nariz" no sirve a ningún propósito funcional, sino que su única función sería la selección sexual, es decir, llamar la atención de las hembras, ya que éstas no tienen estos apéndices.
Fuente: Destination Ecuador
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