"No hay una crisis de
refugiados, es una crisis humana... y en la forma de gestionar esta crisis
hemos perdido nuestros valores más básicos. En este momento de incertidumbre,
necesitamos más tolerancia, la compasión y la confianza del uno hacia el otro,
ya que todos somos uno. De lo contrario, la humanidad se enfrentará a una
crisis aún más grande".
Ai Weiwei sigue
reflexionando sobre los refugiados, esta vez con su mayor instalación hasta la
fecha, Law of theJourney (La
ley del viaje), inaugurada en la Galería Nacional de Praga, cuya pieza principal es una gigantesca embarcación de 70
metros y 258 figuras hinchables, a la que rodean otras en el suelo con flotador
como si estuvieran semihundidas, que
representan la impotencia ante un mar que se los traga.
"Es
normal que la gente tenga miedo a que sus vidas se vean alteradas ante un
extranjero o alguien que viene de lugares menos familiares y ha sido dibujado
como peligroso. Pero desde un ángulo humanitario, si vemos que alguien es
víctima o busca de forma desesperada un lugar de paz, y no lo aceptamos, el
verdadero desafío, la verdadera crisis, no está en ellos, sino en los que los
ignoran".
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