viernes, 15 de septiembre de 2017

Jirafas blancas en la reserva de Hirola







A principios de junio los guardabosques de la reserva de Hirola, en Kenia, fueron avisados por los residentes locales del avistamiento de dos jirafas blancas. Como explican en un artículo los responsables del programa de conservación de Hirola, "estaban muy cerca y extremadamente calmadas y no parecía que nuestra presencia les molestara. La madre siguió caminando de un lado a otro a unos metros de nosotros mientras indicaba a la cría que se escondiera detrás de unos arbustos".







Se trata de dos jirafas reticuladas, madre e hijo, que padecen leucismo, una particularidad genética que colorea de blanco el pelaje de los animales. A diferencia del albinismo, el color de los ojos no varía porque el organismo sí produce pigmentos oscuros en los tejidos blandos. No es la primera vez que se avistan jirafas con leucismo en este parque, en marzo de 2016 ya apareció una jirafa blanca. Dos meses antes, se observó una cría con estas características en el parque nacional de Tarangire, de Tanzania.






La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza cataloga a la jirafa reticulada, también conocida como jirafa somalí, como animal vulnerable. Se estima que quedan solo 8.500 ejemplares en libertad. Habitan en Somalia, Etiopía y el norte de Kenia.






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