La pluma atrapada en el ámbar y, ampliada en el recuadro, detalle de la garrapata. El ejemplar, una 'garrapata dura' de la especie Cornupalpatum burmanicum, es el más antiguo conocido hasta la fecha. La investigación no ha podido determinar con certeza el tipo de dinosaurio con plumas que estaba parasitando la garrapata. Enrique Peñalver/ Nature Communications
Si se desconocen
muchos aspectos de la vida de los dinosaurios, de las garrapatas que los acosaron
hace 100 millones de años prácticamente no se sabía nada. Gracias a una
pequeña pieza de ámbar de origen birmano, un material capaz de preservar hasta
el más mínimo detalle, los paleontólogos han encontrado atrapada una garrapata
de 99 millones de años, periodo Cretácico, sujeta a la pluma de un dinosaurio, proporcionando la primera evidencia directa de que las garrapatas se
alimentaban de dinosaurios. Esto sugiere que estas vivían en los mismos nidos, por lo que podrían haber propagado enfermedades entre los
dinosaurios.
Estas pequeñas piezas de ámbar
contienen dos especies de garrapatas de hace 99 millones de años (arriba,
a la izquierda, la garrapata unida a la pluma de dinosaurio), comparándolas con
la garrapata moderna, en el centro, de solo 5 mm de largo. E. Peñalver
Los investigadores
identificaron otras cuatro garrapatas de una especie desconocida hasta ahora, pero
extinta, bautizada como Deinocroton
draculi, que significa la “terrible garrapata de Drácula”, del griego "terrible"
(deinos) y "garrapata" (kroton).
Una de las piezas incluye dos garrapatas juntas con pelos adheridos de larvas
de escarabajo, y otro ejemplar apareció repleto de sangre, con un volumen ocho
veces su tamaño, pero no ha sido posible determinar la composición de la
sangre. La investigación se ha
publicado en la revista Nature Communications.
Dos garrapatas Deinocroton
draculi
preservadas juntas.
E. Peñalver
ACTUALIZADO
EL 21 DE DICIEMBRE
La garrapata más
antigua del mundo
El paleontólogo Enrique Peñalver
muestra la pieza con la garrapata más antigua del mundo. Pertenece a una nueva
especie, que todavía no ha sido clasificada. M.A./El País
Un equipo de
científicos españoles ha descubierto en el yacimiento de ámbar de la cueva de El
Soplao, en Cantabria, España, un atrópodo que vivió en el Cretácico hace
105 millones de años. El hallazgo se ha anunciado en la presentación de la
exposición “Amberia: El ámbar de Iberia” en el Museo Geominero de Madrid. En el ámbar
aparecen “más de cuarenta animales, como escarabajos, avispas, mosquitos,
algún ácaro, pequeños colémbolos, restos vegetales y algunas partículas del
suelo en el que cayó”, según Enrique Peñalver, investigador del Instituto
Geológico y Minero de España (IGME).
Detalle de la garrapata de
105 millones de años. El arácnido está aplastado, sin la característica
forma hinchada de las garrapatas que se acaban de alimentar. Y en el ámbar
aparecen otras cuatro decenas de especies diferentes. IGME
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