La cara del emperador romano,
que murió en 44 a. C., fue reconstruida en 3D por dos investigadores
holandeses. Una imagen que rompe con las diferentes representaciones del
general conquistador y que se distingue por un cráneo prominente, seguramente
como consecuencia de un nacimiento difícil. Laurent
El
arqueólogo Tom Buijtendorp presentó este trabajo el 22 de junio con
motivo de la presentación de su nuevo libro César en los Países Bajos en el Museo
Nacional de Antigüedades de Leiden, Países Bajos. Junto con la antropóloga Maja
d'Hollosy, especialista en reconstrucciones faciales, analizaron dos estatuas
de mármol del general y su representación en las monedas de su época para
establecer una reproducción lo más fiel posible.
La
reconstrucción fue hecha de arcilla y silicona para darle mayor autenticidad.
El resultado invalida algunos mitos sobre Julio César; es el caso de su
cabello, con menos pelo del que le han atribuido algunos historiadores, o sus
pequeños ojos penetrantes, menos impresionantes que los descritos por los libros que
cuentan la historia de sus conquistas.
En cuanto a su
cráneo desproporcionado, Buijtendorp explicó que sin duda es una consecuencia
de su difícil parto. Esta característica podría explicarse por el hecho de que
la madre de Julio César fue capaz de someterse a una cesárea. La operación ya
existía en su época pero se practicaba principalmente en mujeres ya fallecidas
para salvar al bebé.
Fuente: Le Figaro
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