Al menos la mitad
de las poblaciones de orcas del
mundo están condenadas a la extinción debido a la contaminación tóxica y
persistente de los océanos de los bifenilos policlorados (PCB), según un reciente estudio publicado en Sciencie.
Su presencia en los océanos amenaza con acabar con la mitad de las
poblaciones de orcas del planeta, pues
a pesar de haber sido prohibidos hace décadas, todavía se están filtrando a los
mares. Se concentran en la cadena alimenticia; como resultado, las orcas,
los principales depredadores, son los animales más contaminados del
planeta. Su leche rica en grasa transmite dosis muy altas a sus crías
recién nacidas.
La investigación
se ha centrado en este químico venenoso, que se acumula en el tejido graso de las orcas y
otros animales. Se calcula que es cuestión de 30 a 50 años para que este
producto acabe con toda la población de orcas en las áreas más contaminadas. Aunque existen otros factores, como la sobrepesca o el
ruido, que pueden afectar a la salud de las orcas, la persistencia de este
contaminante, ha demostrado tener un efecto dramático en su sistema
reproductivo e inmune y a largo plazo amenaza la viabilidad de más del 50% de
las poblaciones de orcas en todo el mundo.
Los PCB fueron
creados a finales del siglo XIX, pero su producción en masa no empezó hasta
mediados de los años 30. Fue la compañía Monsanto Chemical Company la que
comenzó la producción a gran escala en EEUU en 1935. Desde entonces se han
producido varios millones de toneladas, de los que una gran parte han
terminado en los océanos de todo el planeta.
Hubo un tiempo en
el que las orcas prosperaron en todos los océanos, pero, a día de hoy, solo las
que se encuentran en las aguas menos contaminadas del Ártico (islas Feroe,
Islandia, Noruega, Alaska) y la Antártida parecen ser capaces de mantener su
crecimiento. Según los autores se estima que más del 80% de las existencias
mundiales de PCB (14 millones de toneladas) aún no han sido destruidas y
aseguran que, con las tasas actuales de eliminación de este compuesto, muchos
países no alcanzarán las metas para los próximos años acordadas en el marco del
Convenio de Estocolmo. La mayoría de las orcas supervivientes dependerán de lo
rápida y eficiente que sea la retirada del policloruro de bifenilo.
Fuentes: ZSL, eldiario,
theguardian
Fotos: Audun Rikardsen
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