Lida Xing
Esta pequeña
cabeza, de 1,4 centímetros de largo (incluido el pico), pertenece a uno de los
dinosaurios más pequeños que se han encontrado. Atrapada en ámbar durante
casi 100 millones de años, la criatura pertenecía al grupo de dinosaurios que
dieron origen a las aves modernas. El animal era probablemente del tamaño
del colibrí abeja (Mellisuga
helenae), el ave viva más pequeña que se conoce.
El fósil, encontrado en Myanmar, en una región donde se han descubierto más de 1.000 nuevas
especies conservadas en resina fosilizada, ha sido bautizado como Oculudentavis khaungraae. Tiene grandes cuencas oculares en los
lados de su cabeza como las lagartijas, y sus ojos tienen aberturas estrechas
que limitan la luz entrante, por lo que da tendría una vida diurna.
El Oculudentavis
tenía más dientes que otras aves de su época y llegaban hasta la parte de atrás
de su mandíbula, justo debajo del ojo, lo que implica que era un
depredador que se alimentaba de insectos y otros pequeños invertebrados. El
pequeño tamaño de la especie es un ejemplo de "enanismo isleño", ya
que probablemente habitaba en un antiguo conjunto de islas y el aislamiento
tiene que ver con el proceso de miniaturización.
Una
tomografía computarizada del cráneo de Oculudentavis. Li Gang
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Representación
artística de lo que podría haber sido Oculudentavis khaungraae. Han
Zhixin
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Sin el resto del cuerpo, los científicos no pueden decir exactamente cómo el Oculudentavis está relacionado con otros dinosaurios parecidos a pájaros, o si podría volar. Pero sospechan que pertenece a un grupo de aves relativamente primitivas, quizás similares a Archaeopteryx y Jeholornis, especies que vivieron entre 150 y 120 millones de años atrás.
Fuentes: sciencemag,
bbc-mundo
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