Los investigadores de la Universidad de Brighton han descifrado uno de los misterios que arqueólogos y geólogos han estado debatiendo durante más de cuatro siglos sobre el origen de las piedras utilizadas para construir el monumento megalítico de Stonehenge. Según la investigación publicada en la revista Science Advances, la mayoría de estos grandes bloques de piedras sarsen se obtuvieron en un lugar situado a unos 25 kilómetros de distancia conocido como West Woods, en el borde de Marlborough Downs.
Sin embargo, “todavía no sabemos de dónde vinieron dos de las 52 sarsen, la Piedra 26 vertical situada en el punto más septentrional del exterior círculo Sarsen y la Piedra 160 del dintel de uno de los trilitos interiores en forma de herradura. Es posible que estas piedras fueran una vez más locales, pero en este momento no lo sabemos”, concluye el profesor David Nash, director de la investigación.
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