martes, 24 de noviembre de 2020

Descubiertos en Pompeya los cuerpos intactos de dos hombres víctimas de la erupción del Vesubio

 



“Las dos víctimas quizás estaban buscando refugio cuando fueron barridos por la corriente piroclástica, sobre las nueve de la mañana”, explica el director del Parque Arqueológico de Pompeya, Massimo Osanna. “Murieron de un golpe de calor, como demuestran también sus manos y pies contraídos”. Los dos se encontraban en posición supina, con las manos en sus pechos, y con unas ropas de las que se distinguen hasta los pliegues.

 

En el Parque Arqueológico de Pompeya se han encontrado los restos humanos de dos víctimas de la gran erupción del Vesubio en el año 79 d. C. Son los cuerpos casi intactos de dos hombres, uno corresponde a un noble de unos cuarenta años envuelto en una capa de lana y su joven esclavo, entre 18 y 23 años de edad, cubierto con una túnica corta, ya encorvado por las fatigas de la vida.


Los restos fueron encontrados en el criptopórtico de la villa Civita Giuliana, una majestuosa residencia con salones y vistas al mar de la época augusta, situada fuera de las murallas pompeyanas, a unos setecientos metros al noroeste, en cuyos establos encontraron en 2017 los restos de tres caballos de pura raza, uno incluso enjaezado con una refinada silla de montar en madera y bronce y arneses relucientes, como si hubiera estado preparado para la inminente partida de su amo.

Para reconstruir los cuerpos de las víctimas, los expertos han utilizado el 'proceso Fiorelli', un método que ideó en 1867 Giuseppe Fiorelli. Este se dio cuenta de que cuando un cadáver u otro material orgánico ha sido enterrado en ceniza, al pudrirse deja una cavidad en la ceniza endurecida que lo rodea. Cuando se descubre dicha cavidad, se vierte yeso cocido o yeso de París y se deja endurecer. Entonces, se retira cuidadosamente la ceniza exterior y el yeso replica la persona o el animal en el momento de su muerte.




Fuente: Ansa




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