En el Parque Arqueológico de Pompeya se han encontrado los restos humanos de dos víctimas de la gran erupción del Vesubio en el año 79 d. C. Son los cuerpos casi intactos de dos hombres, uno corresponde a un noble de unos cuarenta años envuelto en una capa de lana y su joven esclavo, entre 18 y 23 años de edad, cubierto con una túnica corta, ya encorvado por las fatigas de la vida.
Para reconstruir
los cuerpos de las víctimas, los expertos han utilizado el 'proceso Fiorelli', un
método que ideó en 1867 Giuseppe Fiorelli. Este se dio cuenta de que
cuando un cadáver u otro material orgánico ha sido enterrado en ceniza, al
pudrirse deja una cavidad en la ceniza endurecida que lo rodea. Cuando se
descubre dicha cavidad, se vierte yeso cocido o yeso de París y se deja endurecer. Entonces,
se retira cuidadosamente la ceniza exterior y el yeso replica la persona o el
animal en el momento de su muerte.
Fuente: Ansa
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