miércoles, 9 de junio de 2010

Gustave Courbet, maestro del realismo

Un enterrement à Ornans, (1949)


  
El Museu Diocesà de Barcelona exhibe un centenar de trabajos de Gustave Courbet. Es la primera vez que se presenta en España un conjunto de obras tan importantes del pintor. Exceptuando dos cuadros en el Museo Thyssen, no hay ninguna pieza en las colecciones públicas españolas



Los picapedreros (1849), de Léopold Desbrosses



La antológica reúne óleos, grabados, dibujos, fotografías y documentos de la colección del Institut Gustave Courbet de Ornans, y hace un recorrido por toda la trayectoria del pintor, pero no presenta ninguno de sus desnudos o autorretratos. Entre las piezas expuestas está el grabado Los picapedreros, realizado por Léopold Desbrosses pero basado en el óleo homónimo de Courbet de 1849. En la tela, destruida durante el bombardeo de Dresde, Courbet pintó a dos hombres trabajando duro y sin desvirtuar un ápice la realidad. La obra fue un escándalo tanto por el tema, considerado vulgar, como por la técnica, sin concesiones al academicismo, y se la considera el punto de partida del realismo. 



El regreso de la conferencia (1863)



Courbet alcanza una calidad técnica excepcional, y sus obras son piezas claves del arte del XIX. Una de ellas, considerada obra maestra, es El entierro en Ornans (1849) fue un escándalo por lo innovador. Allí retrató a la gente de su pueblo natal, los campesinos, en un momento doloroso, duro, ante la tumba. Fue un prototipo del realismo, y por ello rechazado. También le ha dado fama el tema de los desnudos, pintando obras provocadoras como L'origine du monde (1866), no expuesta, presenta el sexo femenino en todo su esplendor, en un cuadro que ha sido calificado como otro icono del erotismo.
 


L'origine du monde (1866)





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