Para transformar una hoja en una obra de arte basta con raspar la superficie. Es una técnica al alcance de todo el mundo, pero son pocos los que llegan a los niveles de los artistas chinos de Nature’s Art, un colectivo especializado en diseñar originales dibujos.
En estas imágenes se presenta un resumen de su trabajo: una geisa, un buda, una chica corriendo con su perro… Los dibujos van surgiendo recortando entre los nervios de las hojas sin tocarlos.
La materia prima
proviene de China, India y Paquistán. El proceso explicado por los
propios artistas no es complicado: hay que
lavar las hojas con agua limpia; luego, frotarlas con una esponja y,
después, hervirlas. Posteriormente, se presionan entre dos láminas
de cartón y, finalmente, se secan en un horno microondas.
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