Markus Reugels, ebanista de profesión,  se dedica a la fotografía desde hace solo tres años, empezando como aficionado. Su consejo es: “Mucha paciencia”.
Para lograr los efectos buscados, combina el agua con colorante, utilizando una compleja iluminación creativa a través de diversos flashes. No hay programa alguno de retoque.
 La velocidad de obturación alcanza 1/16.000 por segundo, inapreciable para el ojo humano, utilizando un sensor que activa la cámara en el preciso momento en el que la gota cae. La precisión, la luz y el color  nos dejan estas espectaculares imágenes. 
Fuente: XLSemanal
Fotos:  flickr












 
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