Jason
Dunlop
Hace casi
99 millones de años, una pareja de segadores
decidió tener relaciones sexuales. Lo que no esperaban es que su acto
final se conservara hoy en día perpetuado en ámbar con todo detalle. El fósil, un
antiguo arácnido en el momento en el que su pene estaba totalmente extendido, ofrece un
raro ejemplo de cópula del Cretácico. Los machos tienen un pene retráctil que
pasa la mayor parte del tiempo escondido en el interior de su cuerpo, lo que dificulta
a los aracnólogos hallar la diferencia entre las especies.
El
estudio ha sido publicado en la revista Naturwissenschaften. En él se decribe el fósil y lo colocan en una
nueva familia extinta de segadores, basado en parte en su pene inusual, que
luce una punta en forma de espátula. Además, también tiene ojos muy grandes, un
rasgo que puede haber sido común en esta antigua especie de opiliones.
Fuente:
Science
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