Monte Mabu. Expedición a la selva oculta de Mozanbique

Desde que fue 'descubierto' por el profesor Julian Bayliss, del Real Jardín Botánico de Kew, navegando por Google Earth en 2005 , el bosque del monte Mabu ha sorprendido a los científicos por su flora y  fauna únicas. Situado en el montañoso norte de Mozambique, si bien era conocido localmente, era desconocido por los científicos hasta su 'descubrimiento', ya que se mantuvo aislado por su condición inaccesible y su valor como refugio durante la guerra civil entre 1975 y 1992. Se trata de un bosque de media altitud de unos 70 kilómetros cuadrados, situado entre los 1.000 y los 1.700 metros de altura.

La expedición en el quinto día. De izquierda a derecha: 

Phillip Jordaan, Julian Bayliss, Bartolomeu Ofelio, Ofelio Cavaliao.

Julian Bayliss tiene un reptil muy raro, a medio camino entre una serpiente ciega y un lagarto, posiblemente, una nueva especie.

Bayliss con una mariposa, también posible nueva especie.

Una nueva especie, Rhampholeon maspictus 

(camaleón pigmeo)

Las telarañas están por todas partes y, aunque son persistentes y temibles, son inofensivas para las grandes presas como los humanos.

Esta serpiente todavía no tiene nombre.

En marzo de este año, una expedición cinetífico-educativa de Alliance Earth llegó al monte Mabu para explorarlo más profundamente, hasta penetrar en el corazón de la selva y finalizar así el viaje iniciado tras su descubrimiento. Los objetivos eran descubrir nuevos lugares en la montaña para un futuro eco-turismo  que proteja el bosque y beneficie a la comunidad de una manera sostenible, salvaguardando, al mismo tiempo, la increíble biodiversidad, descubrir nuevas especies de plantas y animales, comprobar la salud del bosque,y producir un documental sobre la expedición.

Setas bioluminiscentes salpican el suelo 

en la temporada de lluvias.

Ernesto Andre, Ofelio Cavalleo, Bartolomeu Ofelio y Lopes Andre sabían todo sobre la montaña mucho antes que Bayliss y su equipo llegaran. Se criaron allí, escondiéndose de la guerra civil con sus padres. Hoy viven en el límite del bosque y su forma de vida está cambiando. Esperan tener más visitantes en su antiguo hogar y compartir la magia de su montaña con el mundo.