El boulevard Jean-Jacques Dessalines en la capital haitiana destruida por el terremoto sufrido el pasado 12 de enero, hoy bulle lleno de actividad y el ajetreo ha vuelto a la calle. Las tiendas y pasajes que albergaban los negocios siguen destruidos, pero las aceras y la misma calle los han acogido. El salón de belleza, el zapatero junto a la máquina de coser…
Mujeres y hombres caminan con cestas sobre sus cabezas vendiendo un poco de todo: calcetines usados, tallos de caña de azúcar. Pero casi nadie compra.
Por la noche las hogueras suplen la electricidad. La música, el baile, la diversión que animaba la noche volverá y seguro que será mucho mejor.
Fotos: Carolyn Cole
Fuente: Los Angeles Times
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