El hallazgo lo componen 40
ánforas de cerámica sin decoración de 3 metros de alto, con capacidad para 49
litros cada una; es decir, una capacidad moderna de unos 2.000 litros o
alrededor de 3.000 botellas de vino. Eric
H. Cline
Arqueólogos de
las universidades George Washington (Estados Unidos) y Haifa (Israel)
localizaron una bodega en la excavación del palacio de Tel Kabri, al noroeste
de Israel, en los terrenos de una finca palaciega que fue una vez el hogar de
la familia gobernante de una ciudad cananea. Ésta se encuentra justo al lado de
un gran salón de banquetes y quedó sepultada seguramente por un terremoto. Es
una de las bodegas más antiguas y grandes de vino descubiertas en Oriente
Medio, que data de hace aproximadamente 3.700 años.
Ya no quedaba líquido, pero se
han analizado los residuos aún contenidos en los poros de las vasijas y han
determinado que allí se guardaba vino blanco y tinto “de altísima calidad”,
empleado para los banquetes. Las trazas de ácidos tártarico y siríngico,
presentes en las uvas, han sido la clave. El vino se endulzaba con miel y se
aderezaba con bayas de enebro, menta, canela y mirto. Eric H. Cline
Fuentes: El País
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