Mediciones
para el estudio arqueo-magnetico en la
cueva de Bruniquel. La presencia de estas construcciones a 336 metros de la
entrada indica que los seres humanos de esta época ya habían dominado el
ambiente subterráneo, que se puede considerar un paso importante en la
modernidad humana. Etienne Fabre-SSAC
Un equipo de
investigadores de la Universidad de Burdeos han descubierto en las
profundidades de la cueva de Bruniquel, en el suroeste de Francia, unas
estructuras circulares hechas de estalagmitas rotas y varias huellas de fuego
que demuestran el origen antropogénico de estas construcciones, de una
antigüedad de 176.500 años, 2.100 años arriba o abajo. En aquella época,
los neandertales eran los únicos que habitaban la zona, por lo que estas construcciones
son las más antiguas hechas por la especie humana. El hallazgo ha sido
publicado en la revista Nature.
Se sabe muy poco
acerca de la cultura de los neandertales, en particular de los primeros. Aparte
de implementos líticos y herramientas de hueso excepcionales, muy pocos
artefactos se han conservado. Mientras que los que permanecen incluyen
pigmentos rojos y negros y lugares de enterramiento, son extremadamente
escasos y pocos han sido fechado con precisión, lo que limita en gran medida
nuestro conocimiento de estos predecesores de los humanos modernos.
Los
dos círculos de estalagmitas no parecen ser naturales, según los expertos que
publican el estudio. Las estalagmitas apiladas no suelen estar enteras y tienen
una longitud de entre 29 y 35 cm. Además, el hecho de que los apilamientos
fueran utilizados para encender hogueras sugiere que tenían algún significado
para los neandertales. De momento se desconoce cuál era la función de estas
curiosas construcciones. El País
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