martes, 27 de diciembre de 2016

Imágenes de una tribu amazónica aislada





Las cabañas estaban rodeadas de pequeños cultivos de maíz, yuca y plátanos, que podrían abastecer entre 80 a 100 personas. En total, contando las otras malocas próximas, el grupo puede tener más de 300 miembros. La tribu nunca ha tenido contacto con el mundo exterior. Se desconoce qué idioma hablan ni quienes son. Para las autoridades brasileñas son simplemente los indios de la cabecera del río Humaitá.



El fotógrafo Ricardo Stuckert se encuentra involucrado en un proyecto fotográfico titulado Indios brasileiros. A primeros de diciembre llegó al Estado de Acre, en el noroeste del país, y  el día 18, embarcó junto con José Carlos Meirelles, un experto en los pueblos indígenas, en un helicóptero para acercarse hasta Jordao, en la frontera  de  Perú. Cuando una tormenta obligó al aparato a dar un rodeo, gracias al cual descubrieron un asentamiento de chozas alrededor de una maloca. A la vista de la aeronave, los indios, igualmente sorprendidos, se apresuraron a dispersarse en la selva y dispuestos a disparar sus flechas. Sin embargo, cuando el helicóptero volvió a sobrevolar la zona, pasaron del pánico a la curiosidad. Parecían más interesados que asustados.










A diferencia de otras áreas de la Amazonia brasileña, en el Estado de Acre se aplica una política de estricta protección de los bosques y de los pueblos indígenas. Las  tribus ahora aisladas de la zona,  se pueden considerar seguras. Pero más allá de la frontera, las selvas peruanas están infestadas de madereros ilegales, buscadores de oro y traficantes de droga. Amenazas que en el pasado han aniquilado tribus enteras. 












Fuentes: The Guardian, National Geographic




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