Dice el geólogo Heinrich Frank que "no existe un proceso geológico
conocido que produzca túneles tan largos con sección elíptica o circular, con
bifurcaciones que suben y bajan, y con marcas de garras en sus paredes". Heinrich Frank
La existencia de
estos enormes agujeros eran conocidos desde los años treinta del siglo pasado
en torno a Brasil, Argentina, Paraguay, pero eran tenidos como simples cuevas,
probablemente hechas por antiguos antepasados nuestros. En 2010, el geólogo
brasileño Amilcar Adamy investigó una de las galerías más grande
conocidas hasta ahora, en el estado amazónico de Rondonia, en el noreste de
Brasil. El objetivo, en realidad, era demostrar que en la formación de la cueva
había existido algún proceso geológico natural, pero se dio cuenta que en la
creación de una estructura tan bien
definida no podía haber sido hecha de forma natural.
Dentro de la primera paleomadriguera
descubierta en el Amazonas. Es casi el doble
de grande que la segunda
mayor madriguera conocida. Amilcar Adamy
Años más tarde,
el también geólogo Heinrich Frank, profesor de la Universidad Federal de Rio
Grande do Sul, encontró otra gran galería con abundantes marcas, claramente
dejadas por las garras de una antigua criatura ya extinta, que le dio pie para
seguir buscando. Se han descubierto cientos de ellas distribuidas por todo en territorio
brasileño. Hasta la fecha hay más de 1.500 sólo en el sur y sureste de
Brasil; la más pequeña alcanza hasta 1,5 m de diámetro y las más grandes, de
hasta 100 m de largo, 2 m de altura y 4 m de ancho y, algunas veces, se
ramifican en cavidades separadas.
En la entrada de una paleomadriguera.
Heinrich Frank
Marcas de garras. Heinrich Frank
Las marcas en primer plano. Heinrich Frank
El descubrimiento
de este tipo de paleomadrigueras (es decir, producido por organismos extintos) parece dar una respuesta a la pregunta de
saber en dónde se refugiaba la antigua megafauna que ocupaba el planeta durante
el Pleistoceno, es decir, entre 2,5 millones y hace 11.700 años. Teniendo en
cuenta el tamaño de los túneles y la presencia de las señales en las paredes, los
investigadores, por ahora, están convencidos de que finalmente han encontrado
los antiguos refugios de grandes animales. Sin embargo, no está claro el porqué
era necesario la creación de este tipo de estructuras tan extraordinario.
Comparación
entre los diámetros de los distintos tamaños de las madrigueras
y algunos de
sus posibles construcctores. Ichnos
(A) Esquema de una
paleomadriguera. (B) El interior escavada en piedra arenisca. (C) Arañazos en
la pared producidos por los animales que la habitaban. (D) La cavidad parcialmente
llena por los sedimentos y residuos de roca. (E) La superficie lisa de las
paredes. (F) Una sección elíptica de la galería. Ichnos
Fuentes: Ichnos,
Discover, Revista Brasileira de Paleontologia
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