El polo sur de Júpiter, desde
una altitud
de 52.000 kilómetros.
En agosto del
año pasado, la sonda espacial Juno realizó
el primer sobrevuelo de los polos de Júpiter. Los primeros datos recogidos se han
publican en dos estudios en la revista Science.
En el primero se presentan los
resultados obtenidos durante el sobrevuelo de Juno sobre las capas nubosas. En
el segundo se analizan los datos
obtenidos de las espectaculares auroras y magnetosfera del planeta gaseoso.
Las imágenes revelan paisajes de los polos de Júpiter. En ellas se
aprecian caóticas escenas de estructuras ovaladas y brillantes, muy diferentes
de las que pueden verse, por ejemplo, en los polos de Saturno. Los
investigadores han podido determinar que los óvalos son en realidad gigantescos
ciclones. Algunas mediciones de hasta 1.400 kilómetros de diámetro.
Una imagen de la región del
polo norte de Júpiter.
Los datos
tomados en estas primeras observaciones sobre temperaturas en las capas
internas de la atmósfera apuntan a que grandes cantidades de amoniaco emanan de
las zonas más profundas y contribuyen a formar las tormentas observadas. También
destacan la existencia de una descomunal nube de unos 7.000 kilómetros de
diámetro que se encuentra muy por encima del resto en el polo norte,
desconociéndose el origen.
Al orbitar sobre
los polos, la sonda ha podido observar por primera vez la lluvia de electrones
que cae hacia la atmósfera y que crea las poderosas auroras boreales, difícilmente
observables desde la Tierra, que son impulsadas por el aumento de flujos de
electrones desde lo más profundo de la atmósfera del planeta.
Imágenes de los polos de Júpiter
tomadas por la sonda Juno.
Fuentes: NASA, Science
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