El origen de los
cetáceos se remonta a unos 50 millones de años, cuando mamíferos ungulados
se aventuraron a vivir en el agua. Durante varios millones de años
desarrollaron aletas y se convirtieron en criaturas marinas. Pero cuándo y por
qué aumentaron de tamaño ha sido una incógnita hasta ahora.
La ballena azul ( Balaenoptera
musculus ) es el
animal más grande que existe y que ha existido nunca. Por lo que sabemos, se
han encontrado ejemplares de cerca de 33 metros de largo y un peso de 170
toneladas. Para los biólogos evolutivos estos animales tan grandes siguen
siendo un tema de debate. Un grupo de científicos ha tratado de averiguar en
qué momento de la historia de la vida en la Tierra las ballenas azules y otros
tipos de ballenas aumentaron de tamaño. Los resultados de su estudio se han
publicado en la revista Proceedings of the Royal Society B.
Hace 4,5 millones de años, que
son pocos teniendo en cuenta que las primeras ballenas aparecieron hace unos 35
millones de años, su longitud estaba
entre 4 y 6,5 metros aproximadamente, ahora sobrepasan los 25 metros,
comenzó así un proceso evolutivo con el fin de poder alimentarse más
eficazmente. "Cuanto más grande sea tu boca, más puedes atrapar y menos
energía te cuesta hacerlo".
Para determinar
cuál era la explicación más convincente, los científicos examinaron los cráneos
conservados en el Museo de Ciencias Naturales Smithsonian de 63 ballenas
extinguidas para estimar su longitud y teniendo en cuenta el tamaño de 13 especies
vivas, se averiguó que las especies más grandes aparecieron hace dos y
tres millones de años y que algunas especies más pequeñas empezaron a
desaparecer. Coincide con la llegada de las capas de hielo al Ártico y el
cambio de la distribución de la microfauna.
Si bien vivimos un momento
especial en el que podemos disfrutar de la majestuosidad de estos animales, su
supervivencia está en peligro debido a la acción humana: explotación pesquera,
océanos cada vez más ácidos y faltos de oxigeno y los rápidos cambios
climáticos.
Todo comenzó con
las glaciaciones de los últimos tres a cinco millones de años, que
transformaron los océanos. Antes de que aumentara la superficie helada en el
hemisferio norte, las ballenas carecían de problemas para conseguir comida.
Pero al expandirse el hielo y cambiar la circulación de agua en los océanos,
las ballenas barbadas tuvieron que recorrer largas distancias para llegar a
lugares donde había abundante comida, bancos de peces o enjambres de krill y
zooplancton. Por lo que ser más grande habría supuesto una ventaja a la hora de
adaptarse a esos cambios, y tener un cuerpo pequeño una desventaja, lo que
explicaría la desaparición paulatina de las ballenas de menor tamaño.
El tamaño de una ballena azul
en comparación
con el de una persona. Wikimedia
Fuente: nytimes (fotos)
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