miércoles, 15 de noviembre de 2017

La primera vinificación del mundo




Una tinaja neolítica, posiblemente una Kvevri, vasija grande de arcilla usada para fermentar vino, de Khramis Didi Gora, Museo Nacional de Georgia. La decoración podría representar un racimo de uvas. Judyta Olszewski




En un estudio publicado en la revista en línea Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), investigadores de la Universidad de Toronto (Canadá) y el Museo Nacional de Georgia encontraron residuos de vino en fragmentos de cerámica de principios del Neolítico en los yacimientos arqueológicos de Gadachrili Gora y Shulaveris Gora, en Georgia, que datan de entre 6.000 y 5.800 años a. C. Los hallazgos son la evidencia más temprana hasta la fecha del vino hecho de la uva euroasiática.




La misma vasija neolítica del yacimiento de Khramis Didi Gora y fragmentos 
de la base de otros recipientes, Museo Nacional de Georgia. Mindia Jalabadze (PNAS)



Los análisis revelaron la presencia de ácido tartárico, el compuesto orgánico básico de las uvas y del vino; así como, ácidos málico, succínico y cítrico. La combinación de estos cuatro ácidos se encuentra solo en el vino de uva. El hallazgo hace retroceder la evidencia inicial de esta bebida, superando las huellas del vino iraní encontrado en las montañas de Zagros, fechado entre 5.400 y 5000 a. C. Sin embargo, la bebida fermentada más antigua data del año 7000 a. C. Descubierta en China, probablemente era un cóctel compuesto de arroz, miel, espino blanco y uvas silvestres, a diferencia del más reciente encontrado, que era vino de uva puro. 




Excavaciones en Gadachrili Gora. De la versión domesticada de uvas para la producción de vino de mesa actualmente hay más de 10.000 variedades, de las cuales 500 solo en Georgia. La mayoría de las uvas clásicas pertenecen a esta especie, como la cabernet sauvignon, la chardonnay, la syrah, la merlot, la garnacha, la mourvèdre o la riesling. Stephen Batiuk




“Creemos que este es el ejemplo más antiguo de la domesticación de vides silvestres eurasiáticas con el único propósito de producir vino”, afirma Stephen Batiuk, del Centro de Arqueología de la Universidad de Toronto y coautor del trabajo. "Nuestro estudio sugiere que la viticultura fue el principal elemento del modo de vida neolítico, que vio nacer la agricultura, que se extendió en el Cáucaso”, señaló Batiuk. 



Ubicaciones de los yacimientos en los que se analizaron fragmentos que dieron positivo en ácido tartárico. El nº 3 corresponde a Gadachrili Gora y el nº 2 a Shulaveris Gora. El descubrimiento del vino de uva en el sexto milenio antes de Cristo en esta región es crucial para la historia posterior del vino en Europa y en el resto del mundo. PNAS



Batiuk describe una sociedad antigua en la que el vino penetra e impregna casi todos los aspectos de la vida. “Como una medicina, un lubricante social, una sustancia que altera el espíritu e incluso como una mercancía de gran valor, se convirtió en un componente esencial de los cultos religiosos, de la farmacopea, de la cocina, de la economía y de la vida social en todo el Medio Oriente", añade.




Panorámica de Gadachrili Gora. Universidad de Toronto






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