Este lunes, 10 de diciembre,
se cumplen 70 años de la adopción por parte de la Asamblea General de la ONU de
la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que proclamó los derechos inalienables inherentes a todos
los seres humanos, sin importar su raza, color, religión, sexo, idioma,
opiniones políticas o de otra índole, origen nacional o social, propiedades,
lugar de nacimiento, ni ninguna otra condición.
Dibujo
finalista del concurso internacional "Niños por los derechos humanos",
2018. UNOG
Tal vez Eleanor
Roosevelt, la incansable activista de derechos humanos que dirigió los trabajos
de redacción, fue la que mejor expresó los objetivos y el impacto de la
Declaración. Solía preguntar al público ¿Dónde empiezan los derechos
humanos? Su respuesta era: "En pequeños lugares, cerca de casa, tan
pequeños y tan cerca que no se aprecian en ningún mapa del mundo. Lugares donde
cada hombre, mujer y niño busca justicia para todos e igualdad de
oportunidades sin discriminación. A menos que estos derechos tengan un
significado allí, tendrán poco significado en cualquier otro lugar".
Una
instalación artística que representa la migración. ONU/Mark Garten
Hoy, 70 años
después, la Declaración Universal de Derechos Humanos, el documento más
traducido del mundo, es aún una fuerza vibrante para todas las personas en
pueblos y ciudades del mundo que, sin saber exactamente lo que están haciendo,
luchan para hacer realidad los derechos humanos en sus vidas y en sus propias
comunidades.
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