Reconstrucción artística
del fósil de Elpistostege watsoni
encontrado en
Miguasha, Canadá. Katrina Kenny
La evolución de
los peces en tetrápodos, vertebrados de cuatro patas a los que
pertenecen los humanos, fue uno de los eventos más significativos en la
historia de la vida. Los vertebrados pudieron abandonar el agua y conquistar la
tierra. Para completar esta transición, uno de los cambios más significativos
fue la evolución de manos y pies. Para comprender la evolución de una aleta de
pez a una extremidad de tetrápodos, los paleontólogos estudian los fósiles de
peces y tetrápodos de aletas lobuladas del Devónico medio y alto (hace 393-359
millones de años) llamados 'elpistostegalianos'. Estos incluyen el Tiktaalik roseae de Canadá, conocido solo por especímenes incompletos.
Según publica un
equipo internacional de paleontólogos en la revista Nature, el descubrimiento
de un espécimen completo de un pez similar a un tetrápodo, llamado Elpistostege watsoni, revela una nueva información extraordinaria sobre la evolución
de la mano de los vertebrados. "Este hallazgo hace retroceder el origen de
los dígitos en los vertebrados hasta el nivel de los peces, y nos dice que el
patrón para la mano de los vertebrados se desarrolló por primera vez en una
evolución profunda, justo antes de que los peces abandonaran el agua",
dice el profesor John Long, autor principal del estudio.
Este pez completo de 1,57 metros de largo muestra el
esqueleto completo del brazo (aleta pectoral) por primera vez en cualquier pez
elpistostegaliano hallado. Usando tomografías computarizadas de alta energía,
el esqueleto de la aleta pectoral reveló la presencia de un húmero (brazo),
radio y cúbito (antebrazo), filas de carpo (muñeca) y falanges organizadas en
dígitos (dedos). El esqueleto de la aleta pectoral reveló la presencia de
un húmero (brazo), radio y cúbito (antebrazo), hileras de carpo (muñeca) y
falanges organizadas en dígitos (dedos).
“El
origen de los dígitos se relaciona con el desarrollo de la capacidad del pez
para soportar su peso en aguas poco profundas o para viajes cortos en
tierra. El mayor número de huesos pequeños en la aleta permite que más
planos de flexibilidad distribuyan su peso a través de la aleta”, dice el coautor
del estudio Richard Cloutier.
Elpistostege fue el depredador más grande que
vivía en un hábitat marino poco profundo como el estuario de Quebec hace unos
380 millones de años. Tenía colmillos poderosos y afilados en la boca, por
lo que podría haberse alimentado de varios de los peces extintos más grandes
con aletas lobuladas que se encontraron fosilizados en los mismos depósitos.
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