domingo, 25 de octubre de 2020

El escarabajo diabólico acorazado, resistente al aplastamiento

 


Aunque este pequeño coleóptero no es mucho más grande que un grano de arroz -mide poco más de un centímetro de largo-, puede soportar fuerzas de aplastamiento equivalentes a 39.000 veces su peso corporal, según descubrieron los investigadores. Eso es aproximadamente cuatro veces más de lo que los humanos más fuertes ejercen cuando aprietan el escarabajo entre el pulgar y el índice. Jesús Rivera

 

Muchas especies de escarabajo recurren a la capacidad de volar para evadir a sus depredadores, pero otras se han visto obligadas a desarrollar mecanismos de protección para defenderse, como el escarabajo diabólico  acorazado (Phloeodes diabolicus). Este escarabajo vive bajo la corteza de los robles y otros árboles en el oeste de los Estados Unidos. Curiosamente, lo que le falta en deslumbramiento, lo compensa la alta resistencia que ofrece su exoesqueleto, que tiene una notable capacidad para soportar aplastamientos y perforaciones de los ataques de depredadores, e incluso de resistir a atropellos de automóviles. Para sobrevivir, recurre al camuflaje que le brinda su aspecto rugoso, fingiéndose muerto al detectar una amenaza.


Detalle microscópico de un élitre, con la zona de unión en el centro. 
Captura de YouTube

Los investigadores señalan que la razón de que determinadas especies hayan desarrollado un cuerpo tan duro se encuentra en la evolución a partir de sus antepasados voladores, perdiendo agilidad a cambio de obtener un exoesqueleto más robusto y multifuncional que les permitiera tanto almacenar mejor el agua como protegerse de los depredadores. Esta modificación se produjo a base de fusionar y densificar sus élitros, cada una de las alas rígidas que recubren a modo de estuche las alas más ligeras de este tipo de insectos, quedando unidos a lo largo de una línea de sutura que actúa como una armadura.

 




El escarabajo diabólico acorazado ha sido analizado y estudiado para descubrir las propiedades físicas y mecánicas que le dan al insecto su increíble fortaleza y poder desarrollar materiales más duraderos aplicados a la construcción y a la ingeniería, y en especial a la aeronáutica. Los resultados han sido publicados en la revista Nature.


Captura de YouTube

 

 Fuente: sciencealert





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