Una enorme estatua
cubierta de oro de un perro preside desde hace unos días una rotonda rodeada de
intenso tráfico en Asjabad, la capital de Turkmenistán. El presidente del
este país, Gurbangulí Berdimujamédov, inauguró el monumento en honor
del alabai, o perro pastor de Asia Central, considerado el
perro nacional turkmeno. La escultura está montada sobre un zócalo compuesto
por unas pantallas cilíndricas que muestran a ejemplares de esta raza en
acción.
Turkmenistán se independizó de la URSS tras su disolución, en 1991. La economía depende en gran medida de sus recursos naturales de gas. El país es el menos poblado de entre las antiguas repúblicas soviéticas de Asia Central. La mayoría de los ciudadanos son étnicamente turcomanos. Berdimuhamedow dirige el país desde 2007.
Fuentes: elpais, elperiodico
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