sábado, 22 de mayo de 2010

'Nakba' 2010




La proclamación del Estado de Israel en 1948 ha quedado asociada en la memoria colectiva de los pueblos árabes -particularmente del palestino- a al Nakba, el Desastre, simbolizado por la pérdida de Palestina.




 


Antes, durante y después del establecimiento de Israel, el pueblo palestino ha sido víctima de un plan premeditado de violencia y terror por parte de las fuerzas sionistas que determinó que 531 localidades palestinas fuesen desalojadas con el objetivo de hacer realidad el primer gran mito fundacional del Estado de Israel: que Palestina era una tierra sin pueblo para un pueblo sin tierra.



 
  Más de cincuenta años después, la realidad de Palestina sigue viva en los cerca de cinco millones de refugiados y desplazados que, desde el abandono y la miseria, siguen reclamando su derecho al retorno y el reconocimiento de sus derechos nacionales.






Como dice el  historiador israelí  Ilan Pappe, ha llegado la hora de darles un nombre, de hablar de ellas, de que todos reunamos nuestras energías y nos esforcemos en explicar que cada hora que pasa forma parte de un crimen organizado que dio comienzo en 1948 y que no tendrá fin hasta que consigamos que no vuelva a haber un solo refugiado más y que todos los expulsados en 1948 pueden regresar por fin a su país.
Y esta, no lo olvidemos, es una de las condiciones esenciales de un plan de paz verdaderamente justo y duradero.





Ilustracion alegórica de la diáspora palestina
Khadim Shamhood 



Diana Safieh, palestina, tenía 7 años cuando huyó con toda su familia de su casa en el barrio judío de Baka, en la parte occidental de Jerusalén. Era la primavera de 1948: unos días antes de que Israel proclamara su Estado y estallara  la primera guerra árabe-israelí. Hoy Diana, con 70 años, vive en Beit Hanina, en la parte oriental de Jerusalén de mayoría árabe. Pero quería volver al apartamento donde vivió cuando era niña. "Todo lo perdimos: Los muebles, joyas, pinturas . En la casa parece que el tiempo nunca ha pasado. Sin embargo, las personas importantes de mi vida ya no están aquí, solo nos queda seguir adelante”.





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