"Hay un tiempo para callar y un tiempo para hablar. El pueblo debe trabajar unido. Sólo entonces, podremos lograr nuestro objetivo. Tenemos muchas cosas que hacer". Han sido las primeras palabras públicas que dirigió a los miles de opositores congregados a la puerta de su casa por la opositora birmana Aung San Suu Kyi, premio Nobel de la Paz, quien tras un largo arresto domiciliario, fue liberada el sábado pasado por la Junta militar, que de forma implacable gobierna Myanmar (antigua Birmania).
Suu Kyi ha pasado 15 de los últimos 21 años encarcelada o privada de libertad en su residencia por luchar para restaurar la democracia en su país. El régimen militar firmó el pasado día 12 la orden de liberación. Se estima que hay unos 2.200 presos políticos en el país.
Foto de AP
No hay comentarios:
Publicar un comentario