'El Juicio Final'
Según Elena Lazzarini, de la Universidad de Pisa, el Juicio Final de Miguel Ángel, mural pintado al fresco en la Capilla Sixtina, se inspira en el estudio de los personajes que frecuentaban los prostíbulos romanos. Así, los cuerpos perfectos de los santos, bienaventurados y condenados esconden una verdad obscena
Cristo, el Juez
Ángeles y trompetas dek arcángel san Miguel
San Bartolomé sujeta su propia piel
La búsqueda de modelos por los pintores de su tiempo era normal que acudieran a la “estufa”, una especie de baños turcos, donde se solía ejercer la prostitución, para idealizar y sublimarlos luego en sus obras de ‘arte’. Estos modelos no son sólo de Miguel Ángel. Los encontramos en varias obras de Leonardo y también están presentes en Bronzino, y en las pinturas del siglo XVI que fueron juzgadas como “cosas de ruido” o indecentes.
San Juan Bautista
San Pedro
San Sebastian, san Blas y santa Catalina
"Un condenado, por ejemplo, es conducido al infierno agarrado por los testículos y entre los beatos se producen besos y abrazos ambiguos, claramente de naturaleza homosexual. Los cuerpos masculinos, muy viriles, corresponden con la apariencia física de peones y cargadores retratados durante el trabajo, con los músculos tensados y con el cansancio y el esfuerzo reflejados en sus rostros".
El barquero Caronte
La resurrección de los muertos
El hombre condenado
Miguel Ángel Buonarroti pintó “El Juicio Final” (de un tamaño de 3,7 por 12,2 metros) entre 1536 y 1541 para decorar la pared que está detrás del altar de la Capilla Sixtina (Museos Vaticanos). El fresco representa el final de los tiempos y la venida de Cristo para inaugurar el Reino de Dios
El alégrate guardado
Baigio de Cesena como Minos
Detalle
Fuente: Corriere della Sera
Fotos: Italian Renaissance Art
No hay comentarios:
Publicar un comentario