martes, 1 de febrero de 2011

Chiquitania








 
Mateo Bertolino, miembro de shoot4change (S4C), reside actualmente en Bolivia y es un buen conocedor de este país rico en cultura y diversidad étnica (36 etnias diferentes), y  dirigido, por primera vez, por un presidente indígena, Evo Morales. Las imágenes nos muestran una zona poco conocida y casi completamente ignorada por el  ‘turista’, que prefiere ir a los Andes bolibianos: la Chiquitania. Aquí ocurrió el primer contacto entre nativos y españoles, que dió lugar a un proceso de sincretismo cultural llevado a cabo por los jesuitas a través de las misiones jesuíticas, pueblos misionales fundados por aquellos a finales del siglo XVII, donde llevaron una pacífica evangelización y civilización de las poblaciones nativas.












Los indios no sólo aprendían a cultivar la tierra y a realizar todos los trabajos artesanales, sino que eran introducidos en el mundo de la pintura y la escultura, la música y el baile para alabar al Señor. Es excepcional la riqueza musical compuesta y ejecutada en las misiones, cuyas partituras constituyen una colección única en América.  Durante la restauración de las iglesias, fueron descubiertas más de 5.000 partituras de música barroca. Desde 1996 y cada 2 años, se realiza el Festival Internacional de Música Renacentista y Barroca Americana.










 

Todavía se conservan los magníficos templos, el trazado urbano y el recuerdo de costumbres religiosas y folklóricas. La UNESCO declaró en 1990 Patrimonio de la Humanidad a los pueblos de San Javier, Concepción, San Miguel, San Rafael, Santa Ana y San José de Chiquitos.







 

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