Para lograr esta imagen, el fotógrafo indonesio Teguh Santosa colocó diversos obstáculos en el camino encharcado que recorren habitualmente las hormigas alrededor de su casa. Observó la reacción de éstas para ver cómo resolvían el problema al encontrarse con las cuentas de vidrio: Unas dejaban de lado el obstáculo, otras se subían a él. En estas estaba, cuando el entomólogo aficionado descubrió la joya: un pequeño Sísifo, que no se arredró y decidió empujar la canica con la fuerza con sus patas traseras. Nada distrajo a la hormiga de sus vanos esfuerzos.
Fuente: Le Figaro
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