sábado, 1 de septiembre de 2012

Tianjin Eco-city, ciudad sostenible









 
El primer proyecto de vivienda pública preparada para la venta. 2011.


Se espera que, para 2050, 8 de cada 20 personas vivan en una metrópolis, pero antes, ya en la próxima década, en China —el país de mayor peso demográfico— la población aumentará en más de 300 millones, el equivalente a todos los habitantes de Estados Unidos hoy. Así, es lógico que sea precisamente en China donde se decida, en buena parte, el futuro de las ciudades y, por eso, resulta lógico que sea ese país el lugar donde mayor cantidad de ciudades construidas con criterios sostenibles se estén planificando e incluso construyendo. Por eso la mayoría de las ecociudades que se están dibujando y construyendo hoy solo se entienden como ensayos, como urbes piloto o como guetos para millonarios con miedo o mala conciencia.












En medio de ese escenario, Tianjin Eco-city, situada a 150 kilómetros de Pekín, quiere cambiar el panorama. En la pasada primavera llegaron allí los 60 primeros habitantes de la que, cuando alcance 350.000 vecinos en 2020, será la mayor ciudad ecológica del mundo. En la ciudad habrá diferentes tipos de edificios, tamaños y precios, pero en una cosa será igualitaria: todos sus habitantes tendrán que aprender a administrarse. El 60% de los desechos deberá ser reciclable y la recogida de basura será siempre selectiva. Habrá disponibles 120 litros de agua al día por habitante. Ni uno más. La lluvia se recogerá y se reciclará para riego o aguas grises —para lavado y aseo—, se fomentará la vida de barrio —con colegios y hospitales en todos los vecindarios— y el transporte rodado quedará reducido un 90% respecto a una ciudad de ese tamaño. Quiere ser una ciudad modelo y, por tanto, exportable y repetible. Los cambios en las políticas medioambientales pasan por transformaciones urbanísticas.












“La ecología, pero también la economía, decidirán las ciudades del futuro. Es una urgencia y tiene un potencial económico que pasa por la reorganización: en las ciudades compactas el consumo energético está más controlado y las inversiones son mucho más rentables”, aseguró el ministro de Información, Comunicación y Artes, Lui Tuck Yew. Para Austin Williams, autor del libro ‘Enemies of progress: the danger of sustainability’,  “si no se piensa en la gente, si no se planifica con los urbanistas  y no se cuida la arquitectura, las ecociudades corren el peligro de convertirse en ecoclichés, la receta más directa para el desastre seguro”. Y también habrá que plantearse si la sociedad sostenible va a ser más justa o no.



 2011


 2007


 Comparación entre 2011 y 2007











 

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