Gianluigi Guercia
El antiguo hotel de lujo Grande Hotel Beira se ha hecho famoso por
ser el edificio que alberga la mayor comunidad de ‘okupas’ más grande del
mundo.
El Grande Hotel,
inaugurado en 1955 durante la colonización portuguesa en la ciudad de Beira,Mozambique, fue considerado como el hotel
más grande y exquisito del continente. Tenía una superficie de 21.000
metros cuadrados, más de 130 habitaciones, una piscina olímpica, varios
restaurantes y salones de baile, fue el destino turístico, sobre todo, de los
vecinos blancos de la antigua Rodesia. Sin embargo, el coste de su gestión fue
insostenible, nunca fue rentable, cerrándose en 1963.
Héctor Mediavilla
Carlos Litulo
Héctor Mediavilla
Tras su cierre, el
hotel siguió las vicisitudes del país. En 1964 empezaron los años de lucha por
la independencia contra Portugal, a la que accedió en 1975, que fue seguida por
una guerra civil que asoló el país y que se prolongó hasta 1992. En ese tiempo,
el hotel lo ocuparon los militares que
lucharon contra Portugal, que utilizaron los sótanos como prisión de los opositores políticos y
las habitaciones como viviendas para sus familias. Cuando se fueron éstos,
llegaron los refugiados de la guerra civil
que se quedaron y, luego, sus descendientes y, más tarde, las gentes con
bajos ingresos que provenían del norte del país. La falta de trabajo y dinero
les obliga a permanecer en el destartalado edificio como ocupantes ilegales.
Héctor Mediavilla
Héctor Mediavilla
Héctor Mediavilla
Héctor Mediavilla
Hoy en día, se
estima un número variable entre 2.500 y 6.000 las personas que viven en las
ruinas de este majestuoso hotel, sin agua corriente ni electricidad, con partes
de su estructura derruidas. Un edificio que ha sido despojado sin compasión de
cualquier elemento que pudiera ser vendido: los lujosos ascensores de
hierro forjado, las puertas y ventana, tuberías y cables, el mármol y los azulejos de los baños, los
suelos de madera, lavabos y bañeras, todo lo que sirviera para obtener algo de
dinero. Algunos de los habitantes trabajan en Beira, pero la mayoría pasan todo
su tiempo en la gigantesca estructura, donde se desarrollan todo tipo de
actividades económicas más o menos legales. Los vecinos tratan de mantener un
mecanismo de autogestión del recinto, aunque sigue siendo un lugar
potencialmente peligroso.
Gianluigi Guercia
Héctor Mediavilla
Vlad Sokhin
Como escribe Héctor Mediavilla,
el Grande Hotel recuerda la megalomanía de un pasado colonial, los sueños
fallidos del proceso de independencia y
la necesidad básica de una casa para cada ser humano.
Fuentes: HéctorMediavilla, The Atlantic, Il Post
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