El aparador, 1877-79.
Bañistas, 1880.
El camino del bosque, 1870-1871.
Retrato de un campesino, 1905-1906.
La exposición
que el Thyssen-Bornemisza le dedica al pintor Paul Cézanne, explora la relación
entre el trabajo al aire libre y el estudio. En la obra de Cézanne, el paisaje
es el género dominante, identificado (como en sus compañeros impresionistas)
con la práctica de la pintura al aire libre. Pero, a diferencia de los
impresionistas, Cézanne otorga también una importancia decisiva a un género
propio del taller: la naturaleza muerta. Cézanne cultivará ambos géneros
pictóricos a lo largo de toda su carrera y establecerá una íntima conexión
entre ellos, introduciendo en sus bodegones elementos paisajísticos y,
recíprocamente, llevando a sus paisajes el orden de la naturaleza muerta.
Casa en Provenza, 1885.
Naturaleza muerta con flores y
frutas, c. 1890.
Joven descansando, 1887.
La montaña de Sainte-Victoire,
c. 1904.
Fuente: Thyssen-Bornemisza
Fotogalería: ElPaís
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