El alce representa nuestra
energía. Nos enseña a no ir más allá de nuestras posibilidades
y mantener el
camino elegido para lograr nuestro objetivo.
La tortuga representa a la
madre Tierra, así como la solidez
y la fiabilidad en la vida.
El pato nos enseña cómo navegar
por las aguas de la vida
con elegancia y calma.
El proyecto Divine Nature de la fotógrafa Holly Wilmeth explora la relación mística ancestral entre la mujer y los animales. "Este proyecto consiste en una serie de imágenes que simbolizan el punto de encuentro entre la mujer y el espíritu divino de la naturaleza en forma de animal. En las tradiciones chamánicas y culturas antiguas hay muchas historias donde los seres humanos se han imbuido de las cualidades de ciertos animales y su relación con el mundo. Comer una parte del animal, el uso de un hueso, utilizarlo como un tótem nos impregna profundamente con sus poderes especiales. La idea es volver a ese estado de gracia que se da cuando estamos en armonía con la naturaleza como están los animales en su relación con el entorno".
La serpiente simboliza la
transformación, el desprenderse de lo viejo
para que entre lo nuevo.
La iguana nos enseña la
importancia de respetar y recordar los sueños, enfrentados a nuestros miedos
que se mueven en el mundo tenebroso. Su poder reside en la capacidad para
salvar los peligros al dejar atrás una parte de sí mismo.
El pez representa la
independencia, el potencial, la capacidad de adaptación. Simboliza el mar, la
esencia de la maternidad, la protección de los hijos, el principio femenino de
la creación y el espíritu lunar.
El ciervo representar el amor incondicional, el
amor a nosotros mismos
y a los demás.
Fuente: Blog PROOF (National Geographic)
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