El artista y
diseñador iraní Mehdi Ghadyanloo, junto con su compañía Blue Sky Painters y con el
apoyo de las autoridades municipales, ha creado más de cien murales en Teherán,
que embellecen las fachadas blancas y grises de los nuevos edificios de una
ciudad en constante crecimiento, transformándolas en impresionantes obras de
arte a gran escala.
Las escenas son
muy coloristas e imaginativas, jugando con la profundidad y las ilusiones
ópticas. Los diseños recrean escenas surrealistas que representan lugares
extraordinarios como la locomotora que se inspira en el viaje de la vida, o los
coches circulando en el cielo, el hombre que va en bicicleta por una pared
vertical, o el edificio real de apartamentos que parece plegarse en forma de
acordeón, o interactúan con el entorno, como la lluvia que parece caer de la
nube pintada en la fachada sobre un árbol real situado al lado del mural.
Fuentes: My Modern Met, Il Post
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