También se pueden ver en Google Maps
El pequeño
pueblo de Nogoro está situado en Shikoku, la más pequeña de las cuatro islas
principales de Japón. Apenas queda gente; los jóvenes se van en busca de
mejores oportunidades de trabajo a las ciudades más grandes del país. En 2003
regresó a su pueblo desde Osaka, Ayano Tsukimi, de 64 años, para vivir sola con
su padre de 83 años y ser una más de los 37 residentes que viven en Nogoro. Allí,
comenzó a hacer muñecos de tamaño natural
que fue colocando en los lugares que eran importantes para sus habitantes. Los
muñecos se encuentran diseminados por todo el valle.
El cineasta Fritz Schumann ha
filmado un corto sobre Nagoro (Valley Of The Dolls), donde explica cómo Ayano Tsukimi comenzó construyendo un espantapájaros a
semejanza de su padre realizando las tareas con el ganado, que colocó en su
jardín para ahuyentar a los pájaros. Pero con el tiempo su motivación cambió y,
finalmente, comenzó a construir más y más muñecos, llenando el pueblo de
habitantes inanimados, alrededor de 350,
que representan a los que murieron y
emigraron en busca de trabajo: agricultores, pescadores, cazadores, profesores,
estudiantes. Desde que Tsukimi comenzó a popularizar Nagoro con sus muñecos, el
pueblo se ha convertido en un destino para muchos turistas y curiosos.
Fuente: The Verge
Que hermosa curiosidad. Gracias de ponerla en blog
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