Charly, 16 años, no se lamenta
de haber sido un niño soldado.
"Con un arma", dice,
"siempre tienes dinero".
Más de 1.000
niños en la República Centroafricana han sido liberados de
grupos armados. Esta cifra es cinco veces más que el número total de niños
liberados en 2013. Todavía, miles de ellos luchan en grupos armados
en el país. Desde que la violencia se intensificó en diciembre del año pasado,
el número estimado de los reclutados casi se duplicó: de 3.500 a cerca de
6.000. Estos no sólo han sido utilizados como combatientes, sino también como cocineros,
porteadores y guardias.
Un ex niño soldado participa en
una obra de teatro sobre su vida
durante una visita de los trabajadores
humanitarios.
Uno de cada cinco
niños liberados en este año son niñas. "El creciente número de niños que
siguen siendo utilizados en este brutal enfrentamiento nos recuerdan las terribles
atrocidades que están viviendo todos los días", dijo Souleymane
Diabaté, Representante de UNICEF en la República Centroafricana. "Este tipo
de violaciones flagrantes a los derechos de los niños no
debe quedar impune".
Un grupo de ex niños soldados escuchan
la información sobre un programa
financiado por las Naciones Unidas para
enseñarles nuevas formas de ganarse la vida,
como la agricultura, carpintería y
albañilería.
UNICEF está
apoyando a los niños liberados de los grupos armados con cuidados médicos,
apoyo psicosocial, buscando a sus familiares para que se reúnan con ellos,
y tratando de que regresen a la escuela. Los más mayores tienen acceso a cursos
acelerados y a formación profesional. "Muchos de estos han visto cómo sus
hermanos o padres han sido asesinados y están a muchos kilómetros de distancia
de sus aldeas y familias", dijo Diabaté. "Cada uno de los niños con
los que hemos hablado nos dice que quiere abandonar el grupo armado y
regresar a la escuela. No podemos fallarles".
Los niños han sido utilizados
en prácticamente todos los conflictos
surgidos en la República Centroafricana,
un país asolado
por golpes de Estado, motines y rebeliones.
2,3 millones de
niños sufren las consecuencias del conflicto en la República Centroafricana y necesitan protección. Se están convirtiendo
en víctimas de la violencia y del reclutamiento forzoso, además
de sufrir la falta de servicios básicos, alimento y refugio. La violencia
generalizada continúa a pesar de la reciente transición política en enero.
Ex niños soldados escuchan
durante una reunión con funcionarios del UNICEF.
Mireille tenía sólo 14 años
cuando fue secuestrada por un comandante
de la coalición rebelde Séléka. Fue
violada durante varios meses y, luego, abandonada.
Jordy, 14 años, se unió a los
rebeldes para sobrevivir y por venganza.
Al menos 6.000 niños y,
probablemente, muchos más se cree que han sido
reclutados o secuestrados en el
conflicto de la República Centroafricana.
Fotos: Rick
Loomis / Los Angeles Times
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