jueves, 25 de diciembre de 2014

La recolección de azafrán en Afganistán












El azafrán, la especia más cara del mundo, se obtiene a partir de los estigmas de la flor del Crocus sativus, conocida como rosa del azafrán, de la familia de las Iridáceas, que se caracteriza por tener una flor color violeta donde destacan el color rojo de los estigmas y el amarillo de los estambres. La reproducción de esta planta se realiza por bulbos y el cultivo necesita de temperaturas altas y secas en verano y frías en invierno. 












La rosa florece al amanecer y debe permanecer el menor tiempo posible en el tallo ya que se marchita y sus estigmas pierden color y aroma, por lo que las flores son recolectadas en las primeras horas de la mañana. A continuación, se procede a separar los estigmas  de las flores.












Los estigmas tienen un alto grado de humedad, por lo que es necesario secarlos. Tras el proceso de tueste habrán mermado cuatro quintas partes, es decir, por cada kilo de estigmas se obtienen 250 gramos de azafrán listo para el consumo. Para su perfecta conservación hay que preservarlo del frío, del calor y de la humedad. El principal uso es el gastronómico, perfumes, teñido de telas y en medicina tradicional.












Las fotografías de Aref Karimi, corresponsal de la Agence France-Presse, recogen momentos sobre el cultivo del azafrán en Herat, Afganistán. La industria de esta provincia emplea a unas 6.000 personas, 4.000 de ellas mujeres. El cultivo se lleva a cabo en 325 hectáreas y el producto se exporta a la India, Europa, EE. UU. y China. El año pasado, menos de una tonelada de azafrán se cosechó en Herat y se prevé que la cifra en todo Afganistán superará 1,5 toneladas este año.













Los afganos han traído los bulbos de azafrán a su país desde Irán. Dadas las condiciones climáticas favorables, su cultivo puede servir como una alternativa viable a las plantaciones de amapola, además de impulsar la frágil economía del país. Pero no es una solución sencilla: los costos son altos, un duro invierno puede acabar con el cultivo y el vecino Irán domina el mercado,  que produce alrededor del 90 por ciento del azafrán del mundo, y ha prohibido la exportación de los bulbos, considerados como reserva genética.





Un kilo requiere unas 250.000 rosas del azafrán. De toda la flor violeta, apenas sirven tres hebras, los pequeños filamentos que recogen el polen (estigmas). Un producto rentable en el mercado, pero costoso de elaborar.





Fotos: The Guardian




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