lunes, 16 de febrero de 2015

Muere el poeta Philip Levine




Chris Felver



El poeta estadounidense Philip Levine  falleció el sábado a los 87 años. Hijo de inmigrantes judíos de Rusia, Levine creció durante los difíciles años de la Gran Depresión en Detroit y perdió a su padre cuando tenía sólo cinco años. El poeta vivió la mayor parte de su vida entre Nueva York y California, en cuya universidad estatal enseñó durante más de treinta años.

Considerado uno de los grandes nombres de la poesía contemporánea de EE. UU, fue ganador del Pulitzer y en dos ocasiones del National Book Award de Poesía. Sus libros no desprenden optimismo y en ellos se cuenta la vida de la clase trabajadora estadounidense y muestra un 
profundo escepticismo en cuanto a los ideales americanos convencionales. Apasionado de España y de su Guerra Civil, dedicó numerosos poemas al conflicto, fue traductor de Pablo Neruda y César Vallejo, entre otros.



NO PIDAS NADA 

En vez de caminar solo por la noche
hacia los suburbios y el campo
duerme bajo el cielo del ocaso;
el polvo que levantan tus pasos
se transforma en lluvia dorada
que cae sobre la tierra como regalo
de un dios desconocido.
Los plátanos a lo largo del dique,
los escasos álamos del valle, aguantan
la respiración cuando cruzas el puente
de madera que no conduce a un
solo lugar donde no hayas estado, pues este
paseo se repite al menos una vez al día si no más.
Esa es la razón de que más allá
de la primera hilera de colinas
donde nunca creció nada, hombres y mujeres
montando mulas, caballos, algunos incluso
a pie, toda tu perdida familia a la que
nunca rezaste para ver, recen para verte,
canten para acercar la luz de la luna
a los últimos rayos del sol. Detrás de ti
parpadean las ventanas de la ciudad,
los hogares se cierran; mientras ante ti las voces
se van apagando como música sobre
aguas profundas, y desparecen;
incluso los rápidos, cernidos pinzones
se han convertido en humo, y la solitaria
carretera iluminada por la luna
conduce a cualquier lugar. 

                                  (Traducción de Alberto Infante)









No hay comentarios:

Publicar un comentario