Oliver Sacks, de 81 años, profesor
de neurología en la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York, es el
autor de numerosos libros, entre ellos Despertares
y El hombre que confundió a su mujer con
un sombrero. “Por encima de todo, he
sido un ser con sentidos, un animal pensante, en este maravilloso planeta y
esto, en sí, ha sido un enorme privilegio y una aventura”. Adam Scourfield /AP
El escritor y
neurólogo Oliver Sacks ha escrito un emotivo artículo titulado 'Mi propia Vida'
en el periódico The New York Times para anunciar a sus lectores que padece un
cáncer terminal y que le quedan semanas de vida. Su despedida está llena de
optimismo: “Me encuentro intensamente vivo y quiero y espero que el tiempo que
me quede por vivir me permita profundizar mis amistades, despedirme de aquellos
a los que quiero, escribir más, viajar si tengo la fuerza suficiente, alcanzar
nuevos niveles de conocimiento y comprensión. Esto incluirá audacia, claridad y
hablar con franqueza; trataré de ajustar mis cuentas con el mundo. Pero también
tendré tiempo para divertirme (incluso para hacer alguna estupidez)”.
El escritor
confiesa que no piensa dedicarse a nada que no considere esencial, que no
quiere perder el tiempo. “No puedo decir que no tenga miedo. Pero mi
sentimiento predominante es el de la gratitud. He amado y he sido amado; he
dado mucho y me han dado bastantes cosas; he leído, viajado y escrito”.
Hanna Barczyk
En un artículo
anterior en The New York Review of Books, escribía: “Nosotros como
seres humanos hemos desarrollado sistemas de memoria que tienen fallos,
fragilidades e imperfecciones. La indiferencia sobre las fuentes nos permite
asimilar lo que leemos, lo que nos cuentan, lo que dicen otros y pensar,
escribir y pintar, de una forma tan rica y tan intensa como si fuesen
experiencias primarias. Nos permite ver y escuchar con los ojos y los oídos de
otros, entrar en la mente de los demás, asimilar el arte y la ciencia y la
religión de toda una cultura”.
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