miércoles, 29 de abril de 2015

La réplica de la cueva de Chauvet-Pont d'Arc
























La cueva de Chauvet, situada en un acantilado a lo largo de la orilla del río Ardèche, cerca del Pont d'Arc, en la localidad de Vallon-Pont-d'Arc,  fue descubierta en 1994 por los espeleólogos Jean-Marie Chauvet, del que toma el nombre, Eliette Brunel y Christian Hillaire. En su interior se escondían unas pinturas rupestres maravillosas que representaban a numerosos animales del Paleolítico Superior: rinocerontes, bisontes y caballos, pero también leones, osos e incluso un búho, nada menos que un millar, de las cuales 425 son figuras de animales de 14 especies diferentes.
























La cueva nunca ha estado abierta al público debido a la extrema fragilidad de sus pinturas y demás restos arqueológicos, que quedaron ocultos durante unos 21.000 años,  gracias a la caída de una enorme piedra que taponó la entrada. Las pinturas rupestres que contiene son las más antiguas y elaboradas que se han descubierto hasta ahora. Tienen una antigüedad de 36.000 años. La mayor parte de las obras fueron realizadas durante el periodo Auriñaciense  y otra parte en el Gravetiense. La UNESCO la incluyó en su Lista del Patrimonio de la Humanidad en julio de 2014. El cineasta Werner Herzog la llamó La cueva de los sueños olvidados en el documental que dedicó a esta joya del arte rupestre.
























Una réplica casi exacta de la cueva original se ha abierto al público este mes. El proyecto, de un coste de 55 millones de euros, recrea minuciosamente la topografía, la temperatura, la atmósfera y, sobre todo, las pinturas y grabados.  “Hemos estado trabajando con escultores, con pintores y otros expertos que han reconstituido esta réplica de la Cueva de Chauvet. Este lugar estará ahora abierto a la humanidad, para que todo el mundo pueda visitarlo. Nadie se dará cuenta de que es una réplica porque este lugar es mágico”, afirma Pascal Terrasse, presidente de la Cueva de Pont D’Arc.





En la más profunda de las cámaras, la Salle du Fond, hay una formación de roca que cuelga adornada con dibujos en negro y grabados: cuatro leones, un caballo, dos mamuts, un buey almizclero y una combinación -medio humano y medio bisonte- conocida como la Venus y el Hechicero. Esta es sin duda una composición poderosa, tal vez simboliza una relación entre una mortal y un espíritu animal sobrenatural.














Hace 36.000 años, este lugar era muy distinto, nada que ver con el paisaje mediterráneo que lo rodea, la climatología tenía unas condiciones glaciares, con "picos" muy fríos y bastante inestabilidad.





                    Bradshaw Foundation




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