miércoles, 27 de enero de 2016

La matanza de Nataruk hace 10.000 años




El cráneo de un hombre con múltiples lesiones en la frente y en el lado 
izquierdo, ocasionadas con un objeto contundente. Marta Mirazón



En verano de 2012, un equipo de paleoantropólogos se encontró en el yacimiento de Nataruk, cerca del lago Turkana, en lo que era una tierra fértil a orillas de una laguna, los huesos fosilizados de un grupo de cazadores-recolectores que fueron literalmente masacrados hace unos 10.000 años por un clan rival. Se trata de restos de al menos 27 individuos, entre los que hay ocho mujeres, una de ellas estaba en avanzado estado de gestación, y seis niños. La mayoría de los esqueletos tenían fracturas en el cráneo, rodillas, manos y costillas, así como heridas de flecha en el cuello. Ninguno recibió sepultura y los restos fosilizados aún yacen donde cayeron, preservados en el sedimento de la laguna  que se secó muchos años después. El descubrimiento se ha publicado en la revista Nature.




Parte del esqueleto de un hombre que se encuentra boca abajo 
con lesiones en el cráneo. Marta Mirazón



Esqueleto de un hombre con lesiones en el lado izquierdo de su cráneo provocadas con un objeto contundente. Marta Mirazón
Esqueleto de una mujer embarazada, que se encuentra recostada, con fracturas en las rodillas y, posiblemente, en el pie izquierdo. La posición de las manos cruzadas entre las piernas sugiere que estuvo atada. Marta Mirazón



"Las muertes en Nataruk son el testimonio de la antigüedad de la violencia entre los grupos y la guerra. Estos restos humanos registran la muerte intencionada de un pequeño grupo de cazadores-recolectores que además no fueron enterrados, y suponen una prueba de que la guerra era parte del repertorio de las relaciones intergrupales entre algunos cazadores-recolectores prehistóricos", dijo Marta Mirazón Lahr, del Centro Leverhulme de Estudios Evolutivos Humanos, de la Universidad de Cambridge, que dirigió el estudio.




Marta Mirazón y Justus Edung en el yacimiento. Robert Foley








Fuentes: El País, The Telegraph 
                   ABC, The Guardian




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