Los tres enterramientos de
Nimes, con referencia a la edad y el sexo, fechas de radiocarbono, linajes maternos
y paternos. Estos datos sugieren que estos tres esqueletos pertenecían a los
bereberes que se unieron al ejército del Califato Omeya durante la conquista
árabe del norte de África en el siglo VIII.
A principios
de la Edad Media, la rápida conquista árabe trajo profundos cambios políticos y
culturales en el mundo Mediterráneo. Si la temprana presencia musulmana en la península
Ibérica está bien documentada a través de fuentes arqueológicas e históricas, su
expansión en la zona norte de los Pirineos sólo se ha documentado hasta la
fecha a través de fuentes escritas del siglo VIII y de escasos datos
arqueológicos.
Hoy en
día, los investigadores del Inrap y
de la universidad de Burdeos, han hallado la primera evidencia arqueológica y
antropológica de esta presencia musulmana en Francia durante la Alta Edad Media,
en las excavaciones de una veintena de
tumbas realizadas antes de la construcción de un aparcamiento subterráneo en
Nîmes. El estudio, publicado en la revista PLoS ONE, se ha centrado
en tres enterramientos que muestran claramente ritos funerarios musulmanes: los
cuerpos de los tres hombres fueron colocados de lado y la cabeza mirando en dirección
a La Meca.
El
descubrimiento no sólo analiza los primeros datos antropológicos y genéticos
relativos a la ocupación musulmana del territorio visigodo de Septimania, sino que también pone de
relieve la complejidad de la relación entre las dos comunidades durante este
período.Pero no se quedaron mucho tiempo. Carlos Martel tomó el control de la ciudad en el año 737,
cinco años después de la victoria decisiva de Poitiers.
Mapa de la expansión del imperio
árabe; en el recuadro de la izquierda,
el territorio visigodo de la Septimania y las incursiones árabes noroccidentales.
Infografía de G. Devilder
el territorio visigodo de la Septimania y las incursiones árabes noroccidentales.
Infografía de G. Devilder
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