sábado, 6 de abril de 2019

Ruanda, 25 años del genocidio



4 de junio de 1994, Nyabimana (primer nombre desconocido), de 26 años, que fue evacuado después de ser encontrado por la Cruz Roja vagando en Kabgayi, a unos 24 km al suroeste de la capital, Kigali, muestra las heridas de machete ante un comité internacional en el hospital de la Cruz Roja de Nyanza. Las masacres, en su mayoría llevadas a cabo por milicias armadas con machetes y palos, se extendieron por todo el país. Jean-Marc Bouju



Hace veinticinco años, Ruanda descendió a una orgía de violencia en la que al menos 800.000 tutsis y hutus moderados fueron masacrados por la mayoría de la población hutu durante un período de 100 días en lo que fue el peor genocidio en la historia reciente.

Decenas de miles de tutsis aterrorizados huyeron de Ruanda hacia países vecinos como Congo, Tanzania y Uganda. Las oleadas de asesinatos continuaron hasta que las fuerzas rebeldes del Frente Patriótico de Ruanda tomaron el control del país. Paul Kagame, quien dirigió a los rebeldes, ayudó a restablecer el orden en el país y se desempeñó como vicepresidente y ministro de defensa desde 1994 hasta que se convirtió en presidente de Ruanda en 2000. Bajo el liderazgo de Kagame, Ruanda ha logrado estabilidad y crecimiento económico, aunque es ampliamente acusado de ser intolerante a las críticas y de dirigir un gobierno represivo. En 2003 la nueva Constitución prohibió la diferenciación por etnias (un 85 % de hutus, un 14 % de tutsis y un 1 % de twas) y todos pasaron a ser "ruandeses" sin más.



17 de mayo de 1994, los refugiados que huyeron del baño de sangre étnico llevan contenedores de agua en el campamento de refugiados de Benaco, en Tanzania, cerca de la frontera con Ruanda. Con una población que superó los 300.000 habitantes, las agencias de ayuda tuvieron dificultades para alimentarlos y protegerlos. Karsten Thielker



17 de agosto de 1994, algunos de los 334 reclusos en una prisión acusados ​​de cometer crímenes de guerra y de participar en el genocidio en la prisión de Kibungo, Ruanda. La magnitud de los asesinatos en 1994 fue inimaginable, pero los informes y las fotografías tomadas en ese momento ayudaron a informar al mundo de los horrores del genocidio. Javier Bauluz



19 de diciembre de 1996, decenas de miles de refugiados fueron obligados por las autoridades tanzanas a regresar a su país a pesar del temor de ser asesinados a su vuelta. Jean-Marc Bouju



A partir del domingo y con una duración de 100 días, el gobierno de Ruanda celebrará su conmemoración anual del genocidio de 1994, conocida como Kwibuka, que significa "recordar" en Kinyarwanda, lengua oficial.











Fuentes: apnews, elmundo, msf, elpais




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